Teníamos tres días para recorrer un poco Bulgaria y ponerle un final a los viajes de verano. Como era feriado en el país y quizás por la situación actual casi no había turistas y era muy fácil visitar los lugares de interés sin tener mucha gente alrededor. Llegamos tarde la noche del viernes y nos fuimos el lunes, con ganas de volver.
Rodeadas por cadenas montañosas Sofia es una ciudad antigua cuya historia data de la época de los Tracios VIII a.c. Sofia ha tenido varios nombres en los diferentes periodos de su existencia, pero adoptó, finalmente, el nombre de Sofia, gracias a la Iglesia de Hagia Sofía, en homenaje nacional a las Santas Mártires de Sofia.
Vecina al sur con Grecia y Turquia vemos una gran influencia de estas culturas en su comida, su cultura y su gente.
Bulgaria pertenece a la Unión Europea desde 2007. Eso sí, no forma parte del Espacio Schengen, por lo que hay control de fronteras -con el pasaporte Argentino no necesitamos visa-
La moneda local es el lev (BGN), en plural “leva”. El cambio con el euro es fijo: 1 € = 1.9558 BGN. Para saber cuánto cuesta algo en euros, hay que dividir por dos el precio en leva.
A primera vista puede que la capital de Bulgaria nos parezca poco interesante si la comparamos con las demás capitales europeas, pero si miramos bien vamos a encontrar muses, excursiones, tesoros de la época romana y mucho más.
2. Ir hasta la antigua iglesia de Boyana. El sólo edificio de la ciudad clasificado por la UNESCO. El recorrido en bus dura un poco más de una hora y el ticket cuesta 1,60 levas que es la moneda local (unos 0,80€). Los frescos que datan de diferentes periodos son una maravilla sobre todo los del siglo 13 (podrán observar los primeros rasgos del Renacimiento como la expresividad de las caras)… aunque lamentablemente no se puede fotografiar pero son un placer a mirar. La guía te cuenta la historia del lugar y luego te dejan sacar fotos afuera.
3. Aprovechando que están lejos al sur de la ciudad pueden visitar el Museo Nacional de Historia antes de volver al centro. El museo tiene objetos muy interesantes, que van desde la época de los tracios (los primeros ocupantes del territorio) hasta iconos ortodoxos, además de las copias de los frescos de la iglesia de Boyana.
4. La iglesia se encuentra a los pies de la montaña Vitosha. A su alrededor hay muchas rutas de senderismo donde podrán recorrer una parte de la montaña y alejarse de la ciudad.
5. Entrar a las diferentes iglesias (aunque en muchas no se puede sacar fotos o hay que pagar para hacerlo) cada una es bien diferente y con detalles bellísimos. Vimos mezquitas, sinagogas, iglesias católicas y por supuesto ortodoxas con sus cúpulas tan bonitas.
6. Recorrer alguno de los muchos parques que tiene la ciudad. Son muy pintorescos y se puede ver a los locales pasear en familia y divertirse.
7. Visitar las ruinas romana en la entrada del metro Serdika. Cuando cavaban para agrandar el metro encontraron muchísimas ruinas que datan del imperio romano así que las preservaron al aire libre (entrada gratuita). Se accede bajando al metro y la parte más bonita es la que tiene las cúpulas para poder apreciarlas desde la calle.
8. Descubrir la apretujada Sveti Georgi. Iglesia paleocristiana del s. IV, la más antigua de Sofía, con frescos en la cúpula y planta cilíndrica que fue descubierta en el «patio» de los departamentos que la rodean
9. Visitar el Museo Regional de Historia. En este edificio estaban los Baños de aguas termales de Sofía pero fueron cerrados y convertidos en museo, afuera hay un pequeña fuente con agua termal, calentita que puede tomarse y es rica.
10. El símbolo de la ciudad y el edificio más imponente es la catedral de Sofía dedicada a Alexander Nevski. Es una de las más grandes catedrales ortodoxas del mundo y tiene un estilo Neo-bizantino hermoso que los dejara boquiabiertos. (Para sacar fotos del interior hay que pagar)
La comida local me pareció riquísima. Pasamos por un supermercado, diferentes restaurants y puestos de productos típicos.
Muchos de los restaurants no tienen su menú traducido en inglés y el alfabeto cirílico que usan es imposible para nosotros de descifrar por lo que me base en restaurants cuya carta estuviese también en inglés. Las opciones son varias y verán que los lugares bien típicos proponen platos deliciosos por 4 a 5€ con cerveza de medio litro (local) a 1€.
Una de las cosas típicas a probar es el yogourt, o al menos un alimento que se parece ya que más amargo. Esta a medio camino entre un queso crema y un yogourt, pero lo característico es la bacteria que lo componente que es de la región.
–Simple Taste the World, un restaurant super bonito que propone comida italiana. Allí llegamos de casualidad y disfrutamos de unas pizzas deliciosas (aceptan tarjeta de crédito)
–Skapto – Iskar 11a excelente lugar para comer unas deliciosas hamburguesas. Decoración moderna, atención muy buena y todo preparado con buen gusto y rapidez. Hablan inglés y aceptan tarjeta.
–Contessa (Контеса) comida típica y casera en un restaurant bien regional. Menu en inglés y cervezas así enormes de medio litro por 1€. Esa es la cerveza más famosa del pais y la pedí para acompañar un plato de Musaka, versión búlgara del plato griego que se hace con berenjena si no me equivoco.
Una muy buena idea para hacer desde la capital de Bulgaria es algunas de las excursiones que podrán encontrar. Hay paseos a diferentes ciudades y excursiones a los países vecinos. Visitas a las bellezas naturales de los Balcanes he incluso expediciones de varios días a la costa. El mar negro y sus playas búlgaras son una de las principales atracciones del país.
Nosotros hicimos el tour a pie por la ciudad y una excursion de un día a las cuevas más famosas del país. Resevé desde un sitio web y pagamos 75€ por personas, sin dudas es un gasto a tener en cuenta pero la experiencia fue tan hermosa que valió cada céntimo.
Si se animan pueden alquilar un auto y hacerlo por su cuenta, es otra opción si son varios o si quieren conducir. Hasta las cuevas hay unas dos horas de ruta desde la capital y pueden hacer una parada técnica en Lovech, una pintoresca ciudad medieval.
Les dejo una imagen de cada cueva que visitamos y ya les voy a preparar un post más completo para hablarles de ellas. Sin dudas merecen protagonismo.
Bulgaria es un país precioso, nos dejo con ganas de más y ya estamos planeando volver a hacer otras excursiones y disfrutar de su comida riquísima, bellos paisajes y gente tan simpática.